En su mensaje para el Corpus Christi, los obispos agradecen a tantas personas voluntarias, cuya entrega y testimonio son “semillas de bien común para la sociedad”
Cáritas Diocesana de Granada, 27 de mayo de 2024
Conscientes de que el bien, el amor, la justicia y la solidaridad han de ser conquistados cada día, Cáritas lanza su tradicional campaña de Caridad. Bajo el lema “Allí donde nos necesitas, abrimos caminos a la esperanza”, la Confederación se une a la fiesta del Corpus Christi -que se celebrará este domingo 2 de junio- con una invitación a salir al encuentro de los demás, especialmente, de las personas más pobres; comprometerse con el bien común y cultivar la solidaridad en comunidad.
En palabras de Alfonso Marín, Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana de Granada “a través de esta campaña, queremos hacer visible el clima de desesperanza y de desorientación en el que viven muchas personas debido a sus graves dificultades para acceder a una vivienda; por la creciente precariedad laboral o por encontrarse en una situación administrativa irregular”. “Y también -añade- animar la solidaridad de la comunidad cristiana y de la sociedad en general para sostener todo el trabajo de lucha contra la pobreza que realizamos diariamente en nuestras Cáritas Parroquiales y proyectos de acción social”.
La colaboración privada es uno de los pilares que permiten a Cáritas desarrollar su misión y ofrecer oportunidades de vida digna a miles de personas. Gracias a las colectas y a las donaciones extraordinarias el pasado año la campaña logró recaudar 79.190 euros en la diócesis granadina. “Esta partida -indica Alfonso Marín- supone poder ayudar a unos 1.150 hogares a cubrir gastos básicos de vivienda. O bien, si nos fijamos en la parte más promocional de nuestra acción, poder realizar un seguimiento y apoyo educativo específico a los menores y jóvenes de las familias vulnerables que acompañamos”.
Abrir caminos a la esperanza
“Hay muchas personas que piensan que nuestra labor es meramente asistencial y puntual, dar algo a alguien cuando le hace falta. Sin embargo después de cada acogida, hay toda una red de personas y recursos organizados para acompañar y proponer caminos de esperanza”. Facilitar formación para alcanzar un empleo, combatir la soledad y el aislamiento de personas mayores vulnerables o favorecer la integración de las personas extranjeras, son algunas de las iniciativas concretas que promueve gracias al compromiso e implicación de sacerdotes, voluntarios/as y personal técnico contratado.
“Allí donde las personas nos necesitan, sea cual sea su historia, estamos y queremos estar, como Iglesia, como comunidad cristiana, como Cáritas, alzando la voz para denunciar el sufrimiento, la falta de oportunidad, y para anunciar la buena noticia de la esperanza en cada camino nuevo que se traza, en cada puerta que se abre, en cada encuentro que invita a empezar de nuevo”, destaca Marín.
El Corpus Christi es el momento del año en que, además de invitar a la solidaridad, la entidad rinde cuentas públicas de la actividad desarrollada para defender la dignidad y los derechos de quienes están en situación de mayor precariedad. Con este objetivo, Cáritas Diocesana de Granada está elaborando un informe general de su actividad en el año 2023 que hará público en unas semanas.
“¡Gracias por tanta entrega y testimonio!”
En su habitual mensaje con motivo del Día de la Caridad, los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social subrayan que la fiesta del Corpus Christi nos sitúa en el centro de la vida cristiana y “nos hace testigos de la compasión de Dios por cada hermano y hermana”. “Hacerse caridad -recuerdan- es ser, junto a Jesús, pan partido para la vida del mundo”.
Los miembros de la Subcomisión señalan que “celebrar la Eucaristía es comulgar con Jesús y su proyecto del Reino para vivir cada día de manera más entregada, trabajando por un mundo más humano”. Esta misión requiere llegar a las personas, allí donde estén, logrando, ante todo, “reconocerlos realmente”, para hacerlos “parte de nuestra vida”.
“El papa Francisco -señalan- nos hace dos propuestas para abrir camino a la esperanza pública, bien común de todos: impulsar y animar la cultura del encuentro y la cultura del cuidado para erradicar la indiferencia, el rechazo y la confrontación, que suele prevalecer hoy día”.
Esa cultura del encuentro y del cuidado es una realidad en la vida de muchas personas. Por ello, los obispos agradecen el amor, la gratuidad y el servicio de tantas personas voluntarias, cuya entrega y testimonio son “semillas del bien común para la sociedad”. “Sus brotes -concluyen- se concretan y se hacen visibles en las vidas de las personas que vuelven a sentirse dignas porque son miradas y escuchadas desde el amor y el cuidado. ¡Gracias por tanta entrega y testimonio!”.