Día de la Caridad 2019: «una ocasión para fundamentar y fortalecer el compromiso»

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Cáritas Diocesana de Granada, 5 de Junio de 2019

Mensaje del Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana de Granada para la fiesta del Corpus Christi, Día de Caridad

 

FESTIVIDAD DEL CORPUS CHRISTI, DÍA DE LA CARIDAD
(23 de Junio de 2019)
CARTA PARA LA CAMPAÑA DEL DÍA DE CARIDAD 2019

“TU COMPROMISO MEJORA EL MUNDO”

“Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre; nadie puede arrebatarlas de mi mano” Juan 10,27-28.

Querida familia de Cáritas:

Quiero dedicar esta carta a profundizar un poco en estas palabras de Jesús que escuchamos el Domingo del Buen Pastor y a ponerlas en conexión con nuestro ser y nuestro hacer en Cáritas con la finalidad de que la celebración del Día de Caridad sea verdaderamente una ocasión para fundamentar y fortalecer nuestro compromiso.

“Mis ovejas escuchan mi voz”. Escuchar es una forma privilegiada de amar. Hace bien al que escucha y a la persona que es escuchada. Pero para escuchar tenemos que silenciar nuestro interior, detenernos y abrirnos al mensaje que me llega de fuera para dejarme interpelar y, así, poder dar una respuesta adecuada. Vivimos unos tiempos en los que andamos con déficit de escucha, y que generan soledad, incomunicación, vacío interior y falta de alegría. Escuchar la voz de Jesús es algo que puede cambiar el signo de estas realidades tan negativas. Jesús te habla en el Sagrario, te habla en su Palabra, y te habla en el grito silencioso de los pobres y de los hermanos. Jesús te habla al corazón  y quiere colmarte de alegría y de consuelo, de paz y de plenitud. Antes de actuar debemos escuchar; antes de derramarte tienes que llenarte; para poder amar antes es necesario sentirse amado, para poder comprometerte antes debes saber y sentir y estar convencido de que antes Alguien se comprometió por ti. La escucha es personal, única e irreemplazable, pero cuando la hacemos en comunidad se enriquece y hace mucho más comprensible el mensaje del Buen Pastor.

“Yo las conozco”. Conocer implica interés, predilección, cercanía y sobre todo amor. Este es el sentido pleno de esa palabra de Jesús. Qué importante es profundizar en esta experiencia de sentirse amado cada uno con todas sus cosas, sin ser juzgado, sabiendo que ese amor lo único que pretende es tu crecimiento, tu felicidad, tu propio bien. Cuanto más crezcamos en esta experiencia más capacitados estaremos para conocer a los demás y mucho más gratificante y  benéfica será nuestra acción con las personas a las que atendemos. Estaremos preparados para permanecer amando incluso cuando no nos comprendan, cuando parezca que es inútil y que no tiene resultados lo que hacemos. Como el grano de trigo cuando se siembra hay que pasar por esa experiencia de ser enterrados, y de anonadamiento, para poder en su momento dar fruto y cosechar hermosas experiencias personales y comunitarias.

“Y ellas me siguen”. El seguimiento  de Cristo es la respuesta adecuada a un mensaje de tal trascendencia. Es la base de nuestro compromiso cristiano y social. Es la constatación de que la Voz del Pastor ha sido escuchada y de que hemos respondido adecuadamente. Es fuente de alegría y de pertenencia. Genera vínculos: con Cristo y con la Iglesia. Te hace sentir importante porque no eres un número y sabes que le importas a Alguien y a algunos. Te llena de paz y de seguridad. Te sientes atendido y cuidado de la misma manera que tú cuidas a los demás. El seguimiento te hace sentir que nunca estás solo, que la iniciativa es de Otro, que no cuentas sólo con tus capacidades sino que siempre te acompaña la gracia y la fuerza del Pastor. El seguimiento de Jesús te conecta con Él y con la comunidad cristiana. Exige generosidad, humildad, paciencia y perseverar unidos, aunque muchas veces sientas la tentación de abandonar y marcharte. Te hace comprender que lo importante es testimoniar con nuestro amor fraterno el Amor del Buen Pastor. Seguir a Jesús en comunidad es algo ineludible, y es la manera más fácil de ir moldeando nuestro corazón, nuestra mirada, nuestro actuar acompasado y unánime, aunque pueda parecer que el ritmo es más lento o que incluso no avanzamos. El distintivo por el que se reconoce que somos seguidores de Jesús será que nos queremos como El nos amó.

Gracias por dedicar unos minutos a leer estas líneas, gracias por vuestro testimonio, por vuestra presencia y vuestra compañía en esta misión que hemos recibido del Señor. Que el Día del Corpus cuando contemplemos a Cristo en la Custodia y lo comamos en la Misa podamos constatar con alegría que esta Palabra que hemos escuchado se hace palpable y visible y concreta en la vida de cada comunidad parroquial y en los grupos de Cáritas.

Un abrazo fraterno.

Alfonso Marín
Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana de Granada